-¿Qué intentas decirme?
-Que sigo aquí, a tu lado.
-Mientes.
-Miento ¿o te mientes a ti misma?
-Intento discernir entre la quietud de tu espíritu y las
sombras de mi pasado.
-Palabras voluptuosas para engalanar tu elegante falta de
honradez.
-¿Tú crees?
-Aunque te dijera lo que quieres escuchar seguiría pensando
lo mismo.
-Quizás porque nunca has tenido el valor de conocerte y
saber hasta dónde serías capaz de llegar.
-O quizás tu inconmensurable impasibilidad nunca me ha dado
la posibilidad de hacerlo.
-En todo caso, mientes.
-Y lo que te gusta.
-Hoy y todos los días, mentiroso.
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